Costumbre Dañina

Dice un dicho muy Dominicano que la costumbre hace ley, pero no todo lo que se esté acostumbrado a hacer quiere decir que se acepte como bueno y válido, saco ésto a colación porque recién concluyendo la Semana Santa se les hizo un llamado a todos los padres para que el Lunes 25 del mes de Abril enviaran a sus hijos a las Escuelas.

El Ministerio de Educación de la Republica Dominicana puso gran empeños en el asunto, evidenciado así, en los titulares que ofrecían casi todos los periódicos de circulación nacional y a través de los medios electrónicos. Vaya  sorpresa se llevó el MINERD¡ como en fechas anteriores la respuesta de parte de los padres resultó ser muy tímida en cuanto a la asistencias de sus hijos en las escuelas.

Al parecer los estudiantes aman el quedarse un día mas en casita, los padres tienen pocas o escasas autoridades en ellos, o se hacen los indiferentes ante tal situación?

Sigo insistiendo en el asunto porque no puede ser que ante la presencia de un año escolar muy cuestionado, debido al porcentaje de asistencia mas bajo registrado de la historia educativa que se recuerde, los padres no muestren ni el el más mínimo interés por recuperar parte del tiempo perdido.

Como es de conocimiento la ADP ha llevado a cabo una prolongada lucha en reclamo del reestablecimiento del seguro médico de los maestros, acciones éstas que de una manera u otra han perjudicado el desarrollo del calendario escolar según se programó.

Volviendo al tema en cuestión, no es posible que luego del feriado en conmemoración al día de los trabajadores en esta parte de la isla, y  para ser más especifico el Lunes 2 de mayo, los padres se vuelvan a dar el lujo de que el próximo día siguiente al feriado permitan que las escuelas brillen con otra escasa asistencia de parte de los estudiantes.

En calidad de técnico docente del Distrito Educativo 02-05 San Juan Este, realizamos junto a los demás miembros del personal de ésta institución  varias visitas a las redes de centros educativos, para verificar el porcentaje de asistencia de los alumnos y del personal docente.

He aquí algunas evidencias de comunidades muy pequeñas, que aun teniendo la escuela en el patio de sus casas, de una matrícula de 19 alumnos solo asistieran 5. Y otra que de 52 asistan 23. Por lo visto, la citada situación  amerita un análisis bien profundo que involucre a todos los actores del proceso y que culmine con un plan seriamente diseñado en aras de erradicar ésta práctica que a su vez se ha convertido en una mala costumbre.