Respondiendo a la Comunidad

Atendiendo a una denuncia hecha por la directiva de la APMAE del centro educativo Hilda Luz Pérez, en el entendido de que el almuerzo escolar servido allí presentaba algunas anomalías, siguiendo con el protocolo establecido por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) se procedió a visitar dicho centro justamente en horas de la llegada del almuerzo allí a mediado de la semana pasada, y al comprobar que No se observaban indicios en función de lo que se denunció, se acordó la celebración de un encuentro para la mañana de hoy en aras de buscar soluciones a esa legítima preocupación.  

El equipo técnico docente del INABIE (distrital y regional) convocaron al Comité de Recepción de los alimentos (compuesto por docentes, conserjes, padres y Alumnos), con fines de empoderarlos  entorno a sus roles, y así poder determinar si sus inquietudes se corresponden a la realidad, y por ende versan con las normativas existentes provista por la citada institución dependiente del MINERD.

El equipo integrado por Valerio Guzmán “Chelo”, Pablo de la Rosa, Pedro Benítez entre otros, edificaron a los presentes sobre los siguientes tópicos:

·        Integrantes y funciones del Comité de Recepción de Alimentos Escolares

·        Componentes de los alimentos

·        Procedimiento para su manipulación (Protocolo)

·        Idoneidad de los lugares donde se colocan

·        Componentes del menú escolar

·        Cantidad a servir según edad del beneficiado

·        Responsabilidad del suplidor, y tarea del Comité de Recepción en la escuela

·        Entre otros detalles

En vista de que aquello implicaba la participación de diversos actores de la comunidad educativa, y que esa inquietud llegó a oídos del área de Participación Comunitaria, el equipo técnico del 02-05 San Juan Este compuesto por quien redacta, Margarita Rodríguez y Domingo Soto acudimos a ese encuentro, con el propósito de ser partícipe y a la vez aportar posibles soluciones en función de lo que allí se presentara, siempre y cuando resultara de nuestra competencia.

Por lo que pudimos notar partiendo de nuestra experiencia, allí salieron a relucir algunas debilidades las cuales No debo divulgar, pero independientemente haré las siguientes recomendaciones:

1. Una vez empoderado el equipo de Recepción de los Alimentos Escolares, que asuman sus roles con responsabilidad y apego a las normas bajo el plano del respeto.

2.      El personal docente debe sensibilizar a sus alumnos sobre la variación del menú, y la importancia que tiene para el organismo, el consumo de vegetales y otros rubros.

3.      Ningún personal que tenga influencia sobre los alumnos, debe incitar sobre el rechazo al almuerzo escolar, aunque el mismo lo amerite, porque puede crear predisposición y por ende afectar futura mejoras.   

4.      El docente debe hacer sugerencias pertinentes al Comité de Recepción, y estos a su vez al suplidor en aras de mejoría.    

5.      Si el suplidor No cumple con las responsabilidades que rubricó con el INABIE, que se acoja a sus consecuencias.

Según me enteré, a los suplidores No le gusta que le hagan observaciones en el conduce de pago, el cual firma y sella cada director de centro educativo; si en una comunidad cualquiera, el almuerzo que allí llega No reúne los estándares establecidos por el INABIE, y del cual el Comité de Recepción debe ser celoso, de aun así seguirse pagando esto se presta a especulaciones, recomiendo a cualquier director de centro No sólo pensar en su reputación, sino más bien en el bienestar de toda una población que está bajo su dependencia. Ese No es el caso de la Escuela Hilda Luz Pérez, que conste en acta!

Concluido el proceso de socialización de los aspectos a considerar, el Comité que fue empoderado allí se comprometió en poner en práctica los conocimientos adquiridos  partiendo desde hoy, y quien redacta aprovechó para acompañarle a probar un plato destinado para un niño de 5 años de edad. Jejejeje  

Observación: En ese encuentro pude determinar el nivel de alcance que tiene el INABIE entorno a beneficiar a la población de alumnos más allá de la aportación de alimentos,  y a la vez llegar a la conclusión de que No existen excusas algunas, para que en nuestras aulas existan alumnos con discapacidades visuales, auditivas, problemas cutáneos, otorrino entre otros, debido a que los directores de centros cuentan con un formulario para recoger esos posibles afectados, y de inmediato referirlos al INABIE.   

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